ACT
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episode 11

Demos un nuevo uso y una nueva vida.

Tirar cosas que ya no usamos o no queremos es fácil. Pero, con un poco de creatividad, podemos darle otro uso antes de tirarlo. Así, las cosas remodeladas, que vuelven a tener una nueva función, brillarán en la segunda etapa.

El kimono, que cada vez se usa con menos frecuencia en la sociedad moderna, es en realidad un material perfecto para la remodelación. Puede transformarse en diferentes formas y ser apreciado de muchas maneras. Por ejemplo, si ya no se usa el tsumugi, lo descosemos y lo convertimos en un vestido fresco de verano. Es una buena forma de aprovechar la prenda y, al mismo tiempo, podemos volver a disfrutar de la excelente textura de la seda. Además, la ropa tradicional japonesa se puede reutilizar como material de abrigos, vestidos, mallas, fundas de cojines o neceseres. La camisa hawaiana, que es típica de Hawái, es otro tipo de prenda que nació de la ropa tradicional japonesa. Los inmigrantes japoneses hicieron este tipo de camisetas, descosiendo su ropa. Es por eso por lo que, de vez en cuando, se ven estampados japoneses en camisetas clásicas hawaianas. En cuanto a obi, se puede reutilizar como tapiz, bolso tote o sobrecubierta de libro.

Otro caso de remodelación más elaborado es el de un almacén tradicional hecho de tierra y yeso, en el cual se está fresco incluso en verano. Ese almacén se convirtió en un estudio de cocina. Se reutilizaron las cajoneras que estaban en el almacén, colocándolas debajo de la mesa de cocina para guardar los utensilios. Las placas de cemento que estaban tiradas en el exterior se reutilizaron para revestir las paredes alrededor del área de agua como medida de protección contra salpicaduras.

No siempre tiene que ser un trabajo manual elaborado. ¿Qué le parece si reutilizamos la tabla incluida al comprar kamaboko y hacemos un soporte para el móvil con ella? La caja en la que se venden fideos somen se puede reutilizar como estuche para accesorios o para bolígrafos. De esta manera, podemos encontrar nuevas ideas para convertir objetos cotidianos en herramientas útiles a nuestro alrededor.

Cada vez es más popular el uso de bicarbonato de sodio y ácido cítrico como sustitutos de detergentes de cocina. Lo que vamos a presentar ahora es un uso aplicado, más que una remodelación: "bombas de baño caseras". Una bomba de baño es un objeto que produce pequeñas burbujas cuando se disuelve en el agua. Es fácil de hacer en casa con ingredientes como bicarbonato de sodio, ácido cítrico y sal. Para añadir algo de color, utilizamos colorantes alimentarios o aceite esencial. Mezclamos bien todos los ingredientes y humedecemos la mezcla. Luego, lo apretamos fuerte para darle forma y lo dejamos secar durante unos días. Cuando esté hecha, la echemos en el agua y podemos disfrutar de las burbujas. El agua en el que está disuelta la bomba contiene ácido carbónico. Dicen que esta sustancia elimina la suciedad de la piel y tiene un efecto embellecedor de la piel y también mejorar la circulación de sangre. Pero lo más importante es que la hora del baño se convierte en un momento divertido.


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Demos un nuevo uso y una nueva vida.