Las emisiones de dióxido de carbono en los hogares representan el 16% de la cantidad total en Japón. En dichas emisiones, la gran parte se atribuye a la iluminación y el uso de electrodomésticos. En cuanto a los accesorios de iluminación, las luces LED son una medida eficiente para ahorrar energía, ya que consumen aproximadamente un 80% menos que bombillas incandescentes y alrededor de un 70% menos que luces fluorescentes. Además, la factura de la luz va a ser significativamente más barata. Con respecto a los electrodomésticos, es importante elegir aquellos que ahorran más energía al cambiar uno viejo por otro nuevo. Cuando están relacionados con el aire acondicionado, la nevera, la lavadora, la secadora o el calentador de agua, cuanto más nuevo sea el modelo, más eficiente será energéticamente, además de ahorrar en la factura. Algunos municipios pueden disponer de un sistema de beneficios especiales al reemplazar un electrodoméstico por otro nuevo con mayor eficiencia energética.

Aproximadamente una cuarta parte de la cantidad emitida de dióxido de carbono en los hogares se atribuye al consumo de aire acondicionado y calefacción. Una forma efectiva para disminuir su uso es instalando un buen aislamiento en la casa. Cubrir toda la casa con un buen aislamiento ayuda a retener el calor de la calefacción, lo que permite calentar las habitaciones de forma eficiente. Si el calor se escapa fácilmente por las ventanas, instalar ventanas de doble acristalamiento o usar cortinas es efectivo. Por otro lado, el aislamiento también bloquea el calor exterior, con lo cual se puede reducir la necesidad de utilizar el aire acondicionado con tanta frecuencia en verano.

Dicen que una vivienda bien aislada también es buena para la salud. Durante el invierno frío, la diferencia de temperatura entre el salón cálido y el frío vestidor de la ducha puede provocar un golpe de calor, a causa del cual se puede producir un derrame cerebral o un infarto de miocardio. Aislar bien el cuarto de ducha, el baño y mantener una buena temperatura ayuda a reducir este riesgo. Además, una vivienda con un alto rendimiento de aislamiento térmico tiene menos condensación y es menos propensa a la formación de moho y ácaros. Algunos resultados de investigación apuntan que un buen aislamiento puede mejorar los síntomas de enfermedades como rinitis alérgica, dermatitis atópica o asma bronquial.

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Hagamos un hogar modelo de "eficiencia energética".